Mía tuya miel.
Mía tuya miel.
Me enloquece.
Enloquece mi mente
Que pensar en tu cuerpo, cuerpo,
Desnudo cuerpo es infame en mi mente
Permanente en deseos, deseándote, alejándote.
Ajena de mí, en otro dormida, ida, amada, abrigada, deseada
Sólo, solamente, solitariamente a veces, ambos, deseosos, solamente.
No eres.
Para mí no eres,
Lo sé porque lo sientes sin mí
Porque duermes dejando caer tu cabeza
En la almidonada almohada de amor que no te doy yo.
Yo que nada, nada soy, nada doy, nada anhelo y quiero todo, todo quiero.
Y pensar me lleva el pensamiento caprichoso de tu cuerpo pleno, al cielo,
A la sedosidad de la sábana, mía sabana, que algarabía crea por tocarte, tocarte.
Una oscuridad completa en tus olas, en tus montañas, tu paisaje, llano, laberinto, perderme quiero.
La cueva cuyas piedras preciosas brillan y las aguas vuelan de aquí para allá,
Entrar quiero con mi luz, mis piedras, cambiar aguas, agua salada, color miel, mía tuya miel.
No es que sea un amor no logrado, es más bien como el cortejo, el preludio a una relaciòn.
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