Los 33 del Correo de Chile
En la inmensidad de Santiago –un poco frío en estas épocas-, muy cerca del Barrio Providencia hay un río llamado Mapocho, cuyas aguas son lentas y pocas ahora. Nadie quiere acordarse de los hombres que ahora están ahí, esperando una respuesta a sus anhelados deseos. Los 33 del Correo de Chile –yo conté más-, como verdaderos valientes, han llevado hasta las orillas del río y debajo de un puente, algunas casas de campaña, comida, agua, mate, sillas y hasta música para animar los momentos. Desde la altura del puente son observados por algunos chilenos –también del correo, la mayoría- y algún que otro curioso sin nada que hacer –como yo. “Estaremos aquí hasta que él –ya sabe quién es- firme nuestras demandas para un mejor trabajo, porque somos trabajadores dignos” grita el hombre del micrófono mientras su compañero, un poco más atrás, posa para las fotos del puente, sonriente. Entre tanto, una señora, cansada, orgullosa de sí, bebe mate sentada en un banquillo mientras algunos otros jóvenes bajan víveres y comida. “Seguiremos en huelga de hambre” –grita el voceador de anhelos. Un poco alejada de los demás, una señora entrada en carnes, engulle unas empanadas.   
Engel Islas. Santiago de Chile. 23 de Agosto 2013
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