Melissa no
Es gracioso, Melissa, pensar, en mi soledad, que mis ojos no te verán más. Dices, con lagrimas en los ojos, que nos vemermos pronto y que, después de dormir juntos, anhelaremos dormir de nuevo una, otra y otra vez.. No, no creas. La graciocidad de mis pensamientos es tristeza, Melissa. Adoraré tus ojos y tu mínima boca.
Comentarios
Publicar un comentario