Las brujas

Miré tres brujas sentadas, esperaban la llegada del autobos entre cartas, yerbas y escobas viejas. La avenida Tonaltecas se engalanó con ellas. No sentí escalofrío pues yo sé que ellas me miraron sin recelo. Al abordar el autobus me miraron de nuevo, las miré y nos conseguimos los unos a los otros. Les invité a casa e hicimos conjuros para conseguir el amor y el trabajo sin demasiados esfuerzos. Ahora, a mi lado, murmuran extrañas fórmulas y cocinan bebrajes extraños en mi estufa. Les diré que me acompañen a todas partes en forma de libros y que me contagien de conocimiento con sus palabras.

Comentarios

Entradas populares